UC - Críticas
| País: España. Año: 2015. Género: Thriller.
Dirección: Antonio Hernández. Guión: Antonio Hernández. Fotografía: Javier Salmones. Producción: Beatriz Bodegas.
Estreno en España: 29 Mayo 2015.
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Interpretación: Ben Temple, Yon González, Aitor Luna, Frank Feys, Esther Méndez. |
LA WEBCAM INDISCRETA
'Matar el Tiempo' es un thriller español de bajo presupuesto (al menos su apariencia es esa), que pese a contar con una premisa argumental atractiva, termina resultando del todo decepcionante y, por momentos, muy desconcertante. Lo más llamativo es que la película tiene un grave problema de tono, ya que uno se queda con la duda de si va en serio o en cachondeo, transformando el thriller en (involuntaria) comedia y perdiendo la credibilidad por el camino con algunas situaciones que rayan lo absurdo.
SINOPSIS: Robert es norteamericano y trabaja en una ciudad española auditando un banco para una compañía neoyorquina. La rutina y la lejanía de su hogar le empujan a depender de una webcam para contactar con su casa a través de la red. Pero por Internet conoce también a Sara, una bella joven en la que encontrará cosas que ya había olvidado. Pero Robert ignora el viaje que ha iniciado. Cuando está concertando online un encuentro con Sara, dos tipos irrumpen en el apartamento de ella. Son los hermanos Diego y Boris, que reclaman a Sara la entrega de su hijo como pago por tratos anteriores con la mafia. Ella se niega a revelarles el paradero de su bebé y Robert se convierte, a través de la webcam, en testigo invisible de los acontecimientos. Ahora le queda elegir: arriesgar su vida o condenar la de la única persona que le devolvió el sentido a la suya.
En 'Matar el Tiempo', si la historia hubiera cogido sin frenos el camino del humor negro, tal vez, podría haber tenido su gracia y funcionar, pero no es el caso, así que se producen carcajadas incómodas en momentos no buscados como sucede con la aparición de algunos de los "malos" de la película (no daremos más pistas) que no logran provocar la sensación amenazante que deberían en una película que se presenta como thriller. Tampoco ayuda la simplona puesta en escena y la utilización de la webcam como recurso narrativo constante termina siendo repetitiva y demasiado estática para animar el cotarro con el suspense hitchcockiano al que se quiere asemejar. No en vano, las webcams son las ventanas indiscretas de nuestra generación.
Los protagonistas Ben Temple y Esther Méndez están más que correctos y defienden como pueden las desventuras de sus personajes, pero el trabajo de los actores también resulta desigual. Y es que, en general, toda la propuesta carece de los estímulos suficientes para captar nuestra atención como espectadores, es una trama llena de posibilidades para divertir y/o inquietar, pero que sólo consigue aburrir por su falta de personalidad y su indefinición entre el drama y la comedia. En realidad, creemos que no se acierta ni con el título.
